Heridas

Clasificación de las heridas

Las heridas se pueden clasificar desde diferentes puntos de vista o aspectos. A continuación veremos algunos de los más comunes, si bien se pueden encontrar otras categorizaciones:

Según el objeto o el mecanismo causante, la herida puede ser: 

  • Cortante o incisa: es ocasionada por un objeto cortante, como un cuchillo o un vidrio. Los bordes de la herida están limpios y definidos. En este tipo de heridas, el sangrado suele ser abundante. 
  • Punzante: es producida por un objeto punzante, como un clavo. La gravedad de la herida depende de la profundidad y de si daña nervios o vasos sanguíneos.  
  • Contusa: es ocasionada por el impacto de un objeto como una piedra o un martillo. En estas heridas, los bordes son irregulares y suelen presentar un hematoma. 
  • Por desgarro: es producida por objetos con dientes en su parte cortante, como una motosierra. Los bordes son irregulares. 
  • Por raspadura: producidas por objetos con dientes o palas, como una trituradora de comida, o por el asfalto, cuando la piel se arrastra por él en un accidente de tráfico y la carne queda al descubierto.  

Según la profundidad, la herida puede ser:

  • Superficial: cuando solo atraviesa la piel. 
  • Profunda: cuando la herida atraviesa el tejido subcutáneo. 
  • Penetrante: cuando penetra una cavidad, como puede ser la boca, el abdomen, la vagina, etc. 
  • Perforante: cuando atraviesa el cuerpo.

Según la cicatrización, la herida puede ser: 

  • Aguda: es aquella que el organismo es capaz de cerrar o sanar en el tiempo esperado. La cicatrización se producirá sin infección y en un periodo que suele oscilar entre siete y catorce días. 
  • Crónica: es aquella que el organismo no puede cerrar o sanar en el tiempo esperado, ya que la herida suele ser más profunda y la zona suele estar inflamada. El proceso de reparación y cicatrización es desordenado se alarga en el tiempo.

Según su riesgo de infección, la herida puede ser:

  • Limpia: es la realizada en un entorno aséptico, por ejemplo en un quirófano. 
  • Contaminada: ha estado expuesta a bacterias un corto periodo de tiempo. 
  • Sucia o infectada: ha estado expuesta a bacterias un periodo largo de tiempo

Según la integridad de la piel, la herida puede ser:

  • Abierta: se observa la separación de los tejidos blandos de la piel. Estas lesiones tienden a infectarse con facilidad.  
  • Cerrada: no se observa lesión aparente, pero hay hemorragia debajo de la piel, en cavidades o vísceras. Así, los tejidos dañados no están expuestos al exterior.

Según la gravedad de la herida: es probablemente una de las categorizaciones más representativa. Una herida puede ser leve o grave. La gravedad se medirá en función de otros factores: si la herida es superficial o profunda, si está contaminada o no, si está abierta o cerrada, si el objeto o mecanismo que lo ha causado puede quedar en el interior del cuerpo, etc.

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